jueves, 16 de diciembre de 2010

16 de diciembre

16 diciembre 2010 – CM PASEO IMPERIAL – 8:40  - Dra. Laura Ramos – Llego a las 8.30, Ajív está acatarrado, se ha pasado toda la noche sin dormir porque se ahogaba, así que voy yo sola. Lo típico, cuando llego hay una madre y un hijo adolescente esperando y dos abuelos. Sale Laura al rato, entran la madre y el hijo. Llega un señor con una señora en silla de ruedas. Llama a la puerta de Laura y dice que es una urgencia. La señora tose sin parar y de vez en cuando grita que está fatal – ¡Estoy faaaaaaatal!- resuena por toda la planta. Al ratito se pone a vomitar. Estupendo. Si empezamos así el día... Sale Laura... salen la madre y el niño, se la llevan. Al rato vuelve Laura, entran la madre y el niño. Salen todos, me llama Laura. Me dice que ya esta mañana van dos urgencias, llama por tfno…-Oye que la señora estaa tiene una condición (mental pienso yo) que ahora la veo. Cuelga y me atiende. Le comento lo que ha dicho el Dr. Ortega, que sería del Colchicin, me dice que lo mejor que me podía pasar. Que siga poco a poco, y que vuelva verla el 30 dic, que ella no estará pero que pida cita para esa fecha. A mí me gustaría que me pudiera dar ya el alta. Me da unas recetas. Le doy dos besos y le felicito las Pascuas y de tanto vernos, mira le he cogido cariño.

16 diciembre 2010 – CENTRO GRAN VIA - FISIO - 10:50 - He pasado por casa, me he duchado. Ajív sigue malito, está descansando. Cojo el C1 y consigo trepar al primer asiento detrás de un señor con muletas al que le es imposible alcanzar esa cima, para mí tampoco es fácil pero no hay ningún otro asiento libre y es básico sentarme antes de que el conductor arranque, si no el dolor de rodillas para sostener el cuerpo es tal que cualquier día me pongo verde estilo Hulka y arranco al conductor de su asiento. Trepo hasta el asiento y tengo que sacar los pies por un espacio lateral ya que no puedo doblar las rodillas, cuando entra gente tengo que doblarlas. Este es el autobús más entretenido con diferencia, especialmente in the morning. Todo el mundo va a la FDJ o al Clínico y va contando sus males a voz en grito, no solo para que se entere el que esté al otro lado del móvil o el compañero de asiento que se convierte temporalmente en compañero de desgracia, sino para que se entere toooodo el autobús!!! Este autobús es una terapia de grupo por cojones. Recuerdo un día que iba a por los resultados del electro y la señora de enfrente le iba berreando por el móvil los problemas neurológicos de su sobrina, horrorosamente similares a los míos y que tras recoger los resultados de la misma prueba cuyos resultados iba yo a recoger, le habían detectado una enfermedad degenerativa en ¡Estado avanzado! ¡Me oyes! (como para no oírla, yo por lo menos que la tenía enfrente) - Si hija tan joven y ahora no saben que hacer, voy a verla al hospital ¿¡Me oyes!? (Puta cobertura a ver si se le corta la conversación) con lo joven que es... Se me iba revolviendo el estómago cada vez más... sus gritos invadían hasta mi espacio visual...en fin mis resultados no fueron los mismos, Dios mediante...
Ejemplo ilustrativo de hoy: Todo pasa muy rápido, el señor de las dos muletas le dice a una chica joven que va sentada en los asientos reservados
- ¿Perdone me deja sentarme?
- Estoy embarazada.
- Disculpe no lo había notado.
La señora de la derecha se levanta
- Siéntese caballero
- Gracias, es que tengo una pierna ortopédica.
(Alegría mañanera)
- Ya pero es que yo estoy embarazada.
- No no, claro pero es que casi no veo, además, si estoy apañado…
- Bueno no está tan mal.
- Hombre…
- No, no, no está tan mal, mi marido estuvo muerto 44 minutos…
(Órdago a la grande, a la chica y a los pares)
- Y sobrevivió, que cuando lo vieron las enfermeras no vea que alegría todos….
Interviene, como no, la señora sentada al lado de la embarazada, de ahí la terapia de grupo…
- Ay hija, menos mal porque con lo joven que es usted y embarazada del primero vaya disgusto…
- Bueno joven...tengo 41 y es el sexto, tengo uno de 19, otro de 17, otro de 13 y otro de 9, la de 3 y este…
(A mí me va a dar algo. Queridos reyes magos: quiero un MP3 pa no enterarme de las vidas ajenas en el C1)
El señor – Pues nadie lo diría…
(¿Pero no hemos quedado en que no ve?)
Se acerca mi parada, destrepo o desciendo de las alturas del asiento trono imposible y me bajo en Princesa. Hala, a la rehabilitación.

Llego pronto a Gran Vía 33, pillo asiento, que luego llega la hora punta y está todo Christ con el bastón buscando sitio como locos. Hoy no toca masaje, que estoy descompuesta del de ayer. ¿Será normal? Ultrasonidos y Microondas, me siento como un croissant recalentado. ¿Pa que serán los Ultrasounds y los Microwaves (en inglés suena mejor)? La señora que va dando el parte médico de sus problemas cércivodorsales y sus polimialgias está hoy más tranquila. Esta empeñada en que la fisio le tiene manía. La manía se la tiene ella a sí misma, la fisio es un encanto. Ejemplo. La fisio organiza al personal sentado en un corro de sillas
Fisio - A tí te toca ultrasonidos con Oscar.
Yo - ¿a mí?
Fisio – Sí
Yo – Ah vale
Me voy con el único chico de bata blanca, por eliminación será Oscar.
Fisio – Tú vente conmigo al calor…
Fisio (desde el medio del pasillo) – Vente…
Señora de las polimialgias – ¿A mí? Me llamo Mercedes, es que si no me llamas por mi nombre pues no me entero.
(Pues hija estate más lista porque si abren a las 9 y cierran a las 8 y cada 20 minutos tienen turnos de 8 o 10 personas y la fisio se sabe los nombres de todos empezaría a creer en la vida extraterrestre como explicación más razonable)
La fisio le explica que le es difícil aprenderse los nombres de tanta gente de forma amable…

-No, no claro… contesta la señora (entonces para que se anda con chorradas, oomh)

Termino con el microondas, me despido de la fisio y doy los buenos días a los restantes. Voy hacia la parada del bus, cuando llego el bus también está llegando. Le saludo con el bastón, se para, consigo trepar al bus. Me siento al lado de otra señora mayor con bastón y piernas estiradas. (¿Eh? pienso ¿tú tampoco puedes encoger las rodillas? ¿Eh? ¿Duele que te mueres?) Hemos pillado un buen sitio y no estoy de humor para más terapia de grupo. La señora y yo continuamos el viaje con las piernas estiradas y agarradas al bastón. Llega mi parada. Ajív está enfermo, decido hacer una parada técnica en la frutería y en el super para comprar lo imprescindible para hoy. Primero frutería, cojo tres cosas y cuando llego a la caja, Choni (nombre ficticio) que no me ha dirigido no ya la palabra sino la mirada, me interpela - ¿Desde cuando llevas tú garrota?. Me dejo llevar por la necesidad de terapia que llevo dentro y la sorpresa de que Choni me mire y hable después de dos años comprando en la frutería. Es un momento de euforia.
Yo- Desde hace tres meses, lo que pasa que no me has visto porque no he bajado por aquí. Ha venido mi marido.
Choni – Sí, sí, a tu marido el de las gafas y el pelo recogido, sí le he visto. Pero a tí ¿Qué te ha pasado?
Mi marido siempre dice que Choni no le hace ni caso, tampoco. ¿Será que es tímida? Y la hemos juzgado mal.
Yo – No lo saben – Le confieso, no esperaba esto de mí, así que ya sigo con mi momento terapia. - Llevo tres meses de baja y de pruebas y de médicos y parece ser que es un medicamento que tuve que tomar para un reuma que no saben si tengo.
Choni alucina. - Pues demándales. Resume asertiva.
Todo el mundo igual, lo que pasa es que solo de pensar en demandar a alguien, será por saber que en realidad eso no sirve para nada o porque no estoy segura de nada.
Yo – Lo estoy mirando...
Choni – 4.09
Yo- Aquí tienes
Choni- Y 5, 10
Yo –Hasta luego
Choni – Hasta luego
Paso por el super a coger una de leche y poco más. Ya me duelen las piernas un güevo. Cuando llego a las cajas, aquello está de gente hasta arriba… la gente está como en dos colas, centrémonos, elijamos nuestra cola y apechugemos. La señora de delante de mí se lo piensa mejor y al ver el carro repleto dos clientes más allá se cambia de cola. Me duelen las rodillas. Al rato vuelve la señora y se introduce entre el chico de delante y yo.
Yo – Perdone…
Sra – Es que antes estaba en esta cola
Yo – Ya pero…
Sra- Es que tengo prisa.
Ella es una lista y yo una sosa, a mí no me han educado en la jetez absoluta, cuando ya se me iba a quedar cara de tonta e iba a maniobrar con las jodidas piernas para dejarla pasar la abuela detrás de mí comenta.
Sra 2 – No, no, oiga yo no puedo dejarle pasar, que tengo al marido con Alzheimer y la chica se me va a las 12:30.
(Debe ser el día de comparte tu terapia de grupo.)
Así que lo siento mucho pero no la puedo dejar pasar.
Sra – No la puedo o no la quiero.
(Tendrá jeta)
Yo- Oiga señora que usted se ha quitado de la fila, y aquí prisa tenemos todos que yo hoy llevo dos médicos ya y si se pone en una cola pues ahí se queda.
Sra 2 – (A la vez que yo) No, pues solo faltaba que tengo al marido con Alzheimer y se me va la chica (insiste, Alzheimer se queda, que cabrón…)
La Sra. se recoloca donde quiera, odio a las jetas colonas...vaya mañana, me duelen las rodillas y todavía tengo que andar 20 metros hasta casa arrastrando las piernas y el bastón. Me tendría que comprar uno negro que pegara más con todo. Que frío hace hoy. Cuando llegue a casa le contaré a Ajív lo de Choni…y sólo son las 12:15…